
Anfitrión 2025
El Spirits Selection by CMB 2025 se celebrará en Jalisco · México
El Estado de Jalisco, en México, ha sido seleccionado para albergar la 27 edición del Spirits Selection by CMB, el concurso de bebidas espirituosas de mayor renombre y prestigio a nivel mundial. Las sesiones de cata y las actividades de este importante evento, se realizarán durante el mes de Octubre en diversas ciudades del estado de Jalisco, como Guadalajara, la capital occidental de México, Puerto Vallarta, la playa más mexicana del Pacifico, el Pueblo Magico de Tequila y varios de los Pueblos Magicos que integran la Ruta de la Raicilla.
Jalisco · México

Esto es Jalisco
La palabra Jalisco, formada de las palabras náhuatl xalli, que significa arena, ixtli, que significa superficie y co, desinencia de lugar, significa “sobre el arenal” y sobre este, se han levantado siglos de historia, tradición, folclor, cultura, arte y mucho más.
Se especula que el territorio de Jalisco, antes de recibir este nombre, ha sido habitado desde hace 15,000 años. Se han encontrado vestigios de culturas Toltecas, primero, y Chichimecas, después. En 1530, tras la llegada de los españoles, se fundó la Guadalajara, que sería capital del Reino de Nueva Galicia. Ésta fue la ciudad en la que Miguel Hidalgo y Costilla promulgaría la abolición de la esclavitud durante la Guerra de Independencia.
Fue hasta el 16 de junio de 1823, tras la caída del Imperio Mexicano, que se fundara el Estado Libre y Soberano de Xalisco (antes el sonido de la “J” se representaba con una “X”, como sigue ocurriendo en el nombre de “México”), manteniendo a Guadalajara como su capital y dando origen a una entidad que daría mucho de qué hablar.

¡Mucho Gusto, Jalisco!
Jalisco está conformado por 125 municipios, doce de los cuales cuentan con el distintivo de Pueblo Mágico.
Posiblemente haya escuchado hablar de Zapopan, Puerto Vallarta o Tlaquepaque, y cada uno de ellos cuenta con algún atractivo especial, como son Tapalpa o Mascota, y ya sea que pruebe las guasanas de Mazamitla, o admire los paisajes de Agave Azul en Tequila, aquí se viven experiencias que en ningún otro lado se viven igual.
Hoy en día Jalisco se distingue por la gran diversidad que envuelve a su geografía. Tanto en términos de clima, pudiendo pasar de la cálida playa al fresco bosque en unas horas de camino, como en la posibilidad visitar una ciudad a la altura de las grandes urbes, o perderse en callejones llenos de artesanías y tradición, todo a una distancia mínima.
Asimismo, éste es un estado representativo en diferentes ámbitos: económicamente realiza grandes aportes por su producción de distintos productos agrícolas, al mismo tiempo que es sede de diferentes empresas de tecnología y cuenta con excelentes espacios para foros y convenciones; en términos culturales, varios de los elementos icónicos de México, como lo son el tequila o el mariachi, tienen su hogar y origen en estas latitudes. ¿A poco no al pensar en un charro se lo imagina aquí? ¡En el mero Jalisco!
La cocina del estado cuenta con distintivos como el birote salado, el tejuino o la carne en su jugo, y el entretenimiento y la diversión no se quedan atrás gracias a los múltiples foros y espacios dedicados al esparcimiento con los que cuenta este territorio.
Jalisco está lleno de los más agradables contrastes, diverso en su gente y abierto a todas las personas que lo quieran visitar. Descubra por su propia cuenta dónde está la magia de Jalisco, visítelo y hágalo suyo.

Aventura del Tequila y Paisaje Agavero
Únicos en el mundo, los valles vestidos de azul del Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales del Tequila son Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el 2006. Esta zona concentra mucha de la riqueza natural, cultural e histórica de Jalisco.
El Paisaje Agavero se divide en dos zonas núcleo. La primera de ellas comprende los vastos cultivos de agave en el Valle de Tequila. La segunda resguarda los vestigios de la cultura de Teuchitlán, en la zona Arqueológica de Los Guachimontones.
Sin embargo, existe una manera de recorrer ambas zonas sin perderse de nada: la Ruta del Tequila.
VISITE EL VALLE DE TEQUILA EN EL PAISAJE AGAVERO
El Arenal
Al inicio de la ruta del Tequila se encuentra el pequeño pueblo El Arenal, consagrado a la cosecha del agave para la elaboración del tequila. Resulta de interés el Templo de Nuestra Señora del Rosario que data de 1925.
Son también atractivos los cascos de las haciendas de Huaxtla y de La Quitería. En cuanto a la riqueza natural, resaltan los bosques en el cerro del Panchote, La Quitería y los ríos Arenal y Salado. También se encuentra el balneario de temporada Las Tinajas y Las Tortugas.
Amatitán
El principal atractivo de Amatitán es la Hacienda San José del Refugio, Casa Tequila Herradura. El centro del poblado se adorna con una extensa variedad de edificaciones arquitectónicas de corte histórico y gran estética.
Destaca entre ellos el Templo de la Inmaculada Concepción, concluido en 1767. En su interior, a un costado de su cúpula, se encuentran las pinturas de los cuatro evangelistas: San Mateo, San Lucas, San Juan y San Marcos.
Tequila, corazón del Paisaje Agavero
Tequila, pueblo mágico famoso por su bebida destilada de la piña del agave, hoy brinda a sus visitantes la oportunidad de experimentar el antiguo proceso de la obtención del tequila y saborear el ambiente de sus coloridas y animadas calles.
Toda la actividad turística empieza en la plaza principal, justo llegando al Templo de la Purísima. Desde la plaza se pueden contratar servicios de guías expertos para visitar las fábricas tequileras y más lugares de interés.
Magdalena
Conocida como “Tierra de los Ópalos” por su riqueza minera, Magdalena ocupa el segundo lugar en el mundo como productor de esta piedra semipreciosa. Durante la época de la Colonia y hasta la Revolución, su principal producción en las minas fue de oro y plata.
Cuenta con servicios de hospedaje, restaurantes y atractivos arquitectónicos. Entre ellos están el Templo del Señor de los Milagros, del Siglo XVII y estilo barroco sobrio; la Capilla de la Purísima, del Siglo XVI; el Templo de San Andrés, y la Capilla de la Quemada.


ADMIRE LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE LOS GUACHIMONTONES
La Zona Arqueológica de los Guachimontones comienza en Etzatlán, a 21 km al sur de Magdalena. Desde aquí se pueden descubrir varios puntos imperdibles de la historia de Jalisco y vestigios de los pueblos prehispánicos que había en la zona.
Etzatlán
Etzatlán, Jalisco, es conocido como Pueblo Milenario gracias a su pasado prehispánico. Para conocer de su historia, se pueden visitar las tumbas de tiro, el Palacio de Ocomo, el Museo Oaxicar, sus antiguas haciendas o la Capilla de Guadalupe del Antiguo Hospital de Indios.
Además, Etzatlán es popular por la elaboración de huaraches, sillas de tule y sillas de montar. En 2022 y 2024 sus calles fueron engalanadas con el cielo tejido más grande del mundo, creado por el colectivo de tejedoras Cielo Tejido.
San Juanito de Escobedo
La Ruta del Tequila continúa hacia San Juanito de Escobedo, famoso por ser sede de las tribus chichimecas durante la época prehispánica y por sus haciendas, construidas en diferentes siglos.
Destacan las ruinas de la ex hacienda de Providencia (S. XVII), la antigua hacienda de Santa Fe (S. XIX), la hacienda de la Gavilana (S. XVIII) y la hacienda de la Estancia de Ayllones (S. XVIII). También se puede visitar la Laguna Colorada desde ahí.
Ahualulco del Mercado
Este encantador municipio cuenta con atractivos tanto históricos como naturales. Destacan las Piedras Bola, unas formaciones volcánicas perfectamente redondas que se crearon hace más de 40 millones de años.
Para conocer más de Ahualulco del Mercado, se puede visitar el museo Dr. Leonardo Oliva en la Casa de la Cultura. No puede faltar en el recorrido la Parroquia de Ahualulco, la ex hacienda de Santa Cruz de Bárena, la hacienda de El Carmen, de Chapulimita y el Mercado Antiguo.
Teuchitlán, abrigo de Los Guachimontones
Teuchitlán está rodeado por la belleza natural de la Presa de la Vega, en cuya orilla se encuentran restaurantes que sirven las típicas ancas de rana. También son imperdibles la parroquia del Señor de la Ascensión, que data de 1857, y la Casa de la Cultura.
Es especialmente reconocido por ser cuna de las civilizaciones más antiguas del occidente del país (200-400 D.C.) y resguardar la mística Zona Arqueológica de los Guachimontones. Este sitio se caracteriza por sus pirámides y patios circulares. Se puede aprender más del lugar en el Museo Interpretativo Guachimontones.




EL TEQUILA: EL GRAN ÍCONO DE MÉXICO
Tequila es una bebida con Denominación de Origen la cual es elaborada a partir de la fermentación y posterior destilación de azúcares de Agave Tequilana Weber variedad azul.
Tanto el proceso de producción del Tequila, como el de cultivo del Agave deben darse dentro del territorio determinado en la Declaración de Protección a la Denominación de Origen Tequila. Para que un producto pueda ostentar el nombre Tequila, su producción debe llevarse a cabo en estricto cumplimiento a la Norma Oficial Mexicana para el Tequila (NOM-006-SCFI-2012).
El Tequila es elaborado a partir de una mezcla de azúcares en la cual por lo menos el 51% debe provenir del Agave Tequilana Weber variedad azul, mientras que el 49% restante puede originarse en otras fuentes naturales de azúcar que no sean provenientes del agave. En cuanto el Tequila 100% de agave ha sido elaborado únicamente a partir de azúcares provenientes del Agave Tequilana Weber variedad azul.
Clases de Tequila
• Blanco o Plata. Producto obtenido de la destilación, puede ser madurado menos de dos meses en barricas.
• Joven u Oro. Mezcla de Tequila blanco con uno que ha sido madurado o de abocar el Tequila.
• Reposado. Sujeto a un proceso de maduración de por lo menos dos meses en contacto con recipientes de roble o encino.
• Añejo. Madurado por lo menos un año en barricas de roble o encino.
• Extra Añejo. Madurado por lo menos tres años en barricas de roble o encino
El Agave
El Agave Tequilana Weber variedad azul es el que, de acuerdo con la normatividad, debe ser utilizado en la producción de Tequila. Estos agaves tienen que estar plantados dentro del territorio protegido por la Denominación de Origen, además de estar incluidas en un registro de plantaciones administrado por el Consejo Regulador del Tequila.
Existen muchas clases diferentes de Agave, sólo en México se han identificado más de doscientas. Sin embargo, ninguna es tan apta para la producción de Tequila como la planta que fue clasificada, en 1905, por el botánico alemán Franz Weber, de quien esta variedad toma su nombre.
El agave requiere entre 5 y 8 años para alcanzar sus máximas concentraciones de azúcar. Durante su periodo de crecimiento, las plantas están sujetas a labores de barbeo, es decir, cortar las puntas de las hojas para fomentar el crecimiento de la piña. Todo el cultivo y el cuidado del agave se realiza a mano, con métodos tradicionales que han sido transmitidos de generación en generación.
Denominación de Origen Tequila
La Denominación de Origen del Tequila, (DOT) fue la primera que se emitió en México. Existen referencias desde 1943 acerca de gestiones por parte de industriales de la región, para proteger el nombre “Tequila” y obtener la exclusividad de su uso. El 31 de Octubre de 1959, un año después de que México se suscribiera al “Arreglo de Lisboa” relativo a la protección de las Denominaciones de Origen, se constituyó la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT) debido al interés de las empresas Tequileras de unirse para enfrentar juntos los retos del sector.
Ya que en la década de los sesenta algunos países fabricaron aguardientes a los que llamaban “Tequila”, fue entonces cuando se presentó la solicitud ante la Secretaría de Industria y Comercio (SIC) para que emitiera la Declaración General de Protección de la Denominación de Origen Tequila, y el 27 de septiembre de 1974 otorgó la protección y se publicó en el Diario Oficial de la Federación.
La Denominación de Origen del Tequila ofrece al consumidor la garantía de autenticidad de los productos que ostentan este nombre y está sustentada la Norma Oficial Mexicana (NOM-006-SCFI-2012) que contiene las especificaciones para elaborar, envasar y comercializar Tequila.



Orígenes del Tequila
Se tienen registros que el origen del Agave tiene varios milenios. Durante la época precolombina, los pobladores de la región de México que ahora se conoce como Paisaje Agavero, reverenciaban al Agave por los grandes beneficios que éste les proporcionaba.
Los habitantes indígenas utilizaban la maravillosa planta de Agave en diversas formas: de las hojas del Agave se obtenía fibra para la confección de tejidos que les proporcionaban abrigo y también se utilizaba en la elaboración de herramientas; las espinas del Agave eran utilizadas como agujas; de la fermentación de las mieles y jugos se obtenía una bebida mística que les permitía estar en comunión con su entorno, y del corazón o piña del Agave obtenían jugos y mieles para alimentarse.
Con el arribo de los españoles a México, llegó también el conocimiento de la destilación que permite incorporarla como una etapa posterior a la fermentación de las mieles de Agave. El Tequila como bebida destilada surge en el Siglo XVI, como resultado de combinar Agave, una materia prima auténticamente americana, con un proceso de producción europeo. Por esta razón, el Tequila puede considerarse símbolo del encuentro de las dos culturas.
Las primeras producciones de Tequila se conocieron como “vino mezcal de Tequila”, por ser el producto resultado de la destilación de los jugos fermentados (o vinos) del Agave y porque se elabora en los alrededores del pequeño poblado de Tequila, en la antigua región de la Nueva Galicia, en el occidente de México.
Consolidada la Independencia de México, en 1821, algunos vínculos comerciales del país con la antigua metrópoli se deterioraron y muchos mercados domésticos quedaron desatendidos, lo que generó una gran oportunidad de crecimiento para el Tequila.
En 1910 con la Revolución Mexicana se genera en la población la búsqueda de una nueva idiosincrasia de nación con símbolos propios. El Tequila, identificado con los héroes revolucionarios de la época, es adoptado por el pueblo como un símbolo de orgullo nacional. Pocos años después, las circunstancias internacionales favorecen aún más el crecimiento del Tequila.
En los años treinta, la prohibición que los Estados Unidos hizo para la importación de bebidas alcohólicas europeas en aquel país, dio al Tequila, que se introducía de contrabando, una ventaja competitiva que le permitió incrementar su popularidad en las comunidades norteamericanas. Con la Segunda Guerra Mundial se obstaculizó una vez más el flujo de bienes de consumo de Europa a los Estados Unidos, beneficiando nuevamente al Tequila, cuya presencia en el mercado estadounidense se fortaleció.
En la década de los cincuenta, de la mano del cine y la música mexicanos, el Tequila se consolidó gracias a que las películas de la época construyeron un símbolo de la mexicanidad alrededor de tres elementos típicamente jaliscienses: el charro, el mariachi y por supuesto el Tequila. Hoy en día, el Tequila y la Industria que lo respalda, es un orgullo de México y un ejemplo de profesionalismo y modernidad.
Actualmente las empresas producen millones de litros de Tequila con óptima calidad, a través de combinar sabiamente los métodos tradicionales de producción, con la más moderna tecnología disponible.

LA RAICILLA: UN TESORO CULTURAL ENTRE MONTAÑAS Y COSTAS
En las intrincadas montañas de Jalisco, la raicilla de la sierra se alza como una joya ancestral que ha desafiado el tiempo. Mantiene viva la esencia de una tradición destilatoria clandestina que se remonta al Siglo XVII, impregnando cada gota de un legado único.
Mientras tanto, en las costas de este pintoresco estado mexicano, la raicilla de la costa se revela como una expresión singular de la riqueza cultural que ha florecido en la clandestinidad. Sus aromas y sabores capturan la esencia del mar y la brisa, creando una experiencia sensorial sin igual.
Un legado que se remonta a siglos
La Raicilla, con su profunda raíz en la cultura jalisciense, guarda entre sus aromas y sabores una historia fascinante que se remonta a más de 500 años. Su origen se entreteje con la tradición y el ingenio de los pueblos de Jalisco y Nayarit, quienes desde tiempos inmemoriales han aprovechado la riqueza natural de la región para elaborar este elixir único.
El origen del nombre “Raicilla” aún guarda cierto misterio. Algunos creen que deriva de la necesidad de evadir las autoridades virreinales que controlaban la producción de bebidas alcohólicas. Se le llamaba “raicilla” para confundirlas y no ser gravados.
Otra teoría, basada en crónicas del Siglo XVII, sugiere que el nombre se debe a la similitud visual entre la base del agave (piña) y una raíz. Los antiguos productores, al destilar la bebida, la llamaban “vino de la raíz”.
Un legado cultural invaluable
La Raicilla es un reflejo fiel de la identidad cultural de Jalisco y Nayarit. Su elaboración artesanal, transmitida de generación en generación, forma parte del patrimonio cultural de estas regiones. Los conocimientos ancestrales se mezclan con la pasión y el trabajo duro de los maestros raicilleros, dando como resultado una bebida llena de tradición y sabor.
Símbolo de la fuerza y la resiliencia de los pueblos de Jalisco y Nayarit, la Raicilla ha sorteado a lo largo de su historia dificultades y prohibiciones, consolidándose como un elemento fundamental de la cultura local.
Cada sorbo de raicilla es una travesía sensorial. Sus matices varían según la región, el tipo de agave, el maestro raicillero y otros factores, creando una sinfonía de sabores que va desde lo cítrico y especiado hasta lo mineral y frutal.

Raicilla de la Sierra
Elaborada principalmente con los "Agaves Maximiliana Baker, Inaequidens Koch y Valenciana". Su origen se sitúa en Zonas Mineras; se cree que tiene sus raíces en las regiones mineras cercanas a la Sierra Occidental, abarcando municipios como San Sebastián del Oeste, Mascota, Talpa, entre otros.
Se habla de que el Siglo XVI marca el inicio de la producción de Raicilla con la introducción de sistemas de destilación, siendo utilizados principalmente el tipo Árabe en la Sierra.
La región de la Sierra de Jalisco estuvo marcada por la marginación y la ocultación de beneficios, especialmente relacionados con la minería. La falta de comunicación y los caminos penosos contribuyeron a mantener la sierra poco conocida y aislada. A pesar de la prohibición, se sugiere que la raicilla pudo haber sido elaborada en pequeñas tabernas o de forma casera en lugares recónditos.
La bebida se destila a partir de distintas especies de agave originarias de México, aprovechando la riqueza de la flora local. Principalmente el Maximiliana Baker en esta zona. La producción se lleva a cabo en dos macro-ambientes distintos: uno cálido y húmedo en la Zona Costa, y otro templado y seco en la Zona Sierra.

Raicilla de la Costa
Elaborada principalmente con los "Agaves Angustifolia Haw y Rhodacantha". Su producción se inició en el Siglo XVI con la introducción de sistemas de destilación en la Costa Norte del Estado de Jalisco.
En la Costa, se empleó mayoritariamente el sistema de destilación de tipo Filipino. Esta variante del destilador contribuyó a la producción de Raicilla en esta región.
Al igual que en la Sierra, la Raicilla en la Costa se elabora a partir de distintas especies de agave, en esta zona principalmente la familia Angustifolia Haw y Rhodacantha.
En los Siglos XVII y XVIII, los españoles intentaron suprimir la producción local de licores destilados en un intento por proteger la venta de brandis y vinos españoles importados. A pesar de la prohibición, tanto el mezcal como el aguardiente, incluyendo la Raicilla, continuaron fabricándose, especialmente para la venta en campos mineros.
La producción en la Zona Costa se adapta a un ambiente cálido y húmedo, influyendo en el perfil y las características de la Raicilla producida en esta región.
Categorías y clases
Además de la clasificación por región, la Raicilla se clasifica en tres categorías según su proceso de elaboración:
• Clásica: Se elabora con métodos modernos y tradicionales.
• Artesanal: Se elabora con métodos tradicionales y artesanales.
• Ancestral: Se elabora con métodos ancestrales y tradicionales.
Dentro de cada categoría, la Raicilla se clasifica en cinco clases según su tratamiento posterior a la destilación:
• Joven Blanco o Plata: No se somete a ningún proceso de añejamiento.
• Envejecida o madurada en vidrio: Se estabiliza en recipientes de vidrio durante más de 12 meses.
• Reposada u Oro: Se añeja en recipientes de madera entre 2 y 12 meses.
• Añeja: Se añeja en recipientes de madera durante más de 12 meses.
• Extra añejada: Se añeja en recipientes de madera de roble blanco o encino durante más de 24 meses.
También existe una clase adicional:
• Abocada: Se le añaden ingredientes para darle un sabor particular.
• Destilado con Raicilla: Se trata de un tipo de bebida alcohólica que se elabora a partir de una Raicilla artesanal o tradicional que se somete a una destilación adicional. En esta segunda destilación se añaden ingredientes para incorporar nuevos sabores a la Raicilla.
La Raicilla, bebida ancestral de profundo arraigo en la cultura jalisciense y nayarita, guarda en cada gota la esencia de dos estados vibrantes y llenos de historia. Su Denominación de Origen protege y celebra la riqueza natural, cultural y artesanal que le da vida, delimitando un territorio donde la tradición se manifiesta en un elixir único.
En Jalisco, la Raicilla se produce en 16 municipios: Atengo, Chiquilistlán, Juchitán, Tecolotlán, Tenamaxtlán, Puerto Vallarta, Cabo Corrientes, Tomatlán, Atenguillo, Ayutla, Cuautla, Guachinango, Mascota, Mixtlán, San Sebastián del Oeste y Talpa de Allende.
Cada región imprime un carácter particular a la Raicilla. Las montañas de la Sierra Occidental ofrecen agaves silvestres de gran complejidad, mientras que las costas del Pacífico aportan un toque mineral y fresco a la bebida.

